Ivo Cas Lin es una persona fascinante, originaria de España. Tenía un trabajo estable y una vida simple, pero con el tiempo comenzó a sentir una inquietud: “Todo lo que hago carece de sentido, hay algo que no encaja con mis sentimientos”.

Motivado por esta sensación, salió en busca de lo que tanto anhelaba. En 2008, emprendió un viaje como turista hacia Costa Rica. Se había propuesto la idea de vivir sumido en la naturaleza, y Centroamérica existía en su cabeza como una gran oportunidad.

Mientras escudriñaba en los mapas y buscadores para encontrar ese hogar ideal, descubrió un paraje llamado Bocas del Toro, en Panamá: un paraíso de playas cristalinas y arenas blancas, con abundante vida silvestre en sus parques naturales. Viajó desde Costa Rica hasta la isla que ocupaba sus pensamientos día y noche. Fascinado por tanta belleza, decidió establecerse allí a mediados de 2008.

Sin conocer a nadie ni tener experiencia previa en la zona, Ivo se instaló en una finca a 15 kilómetros de la civilización. Su hogar solo es accesible por mar, en lancha o bote. No hay carreteras ni caminos cercanos, pero eso no le preocupa. Después de todo, no está solo: "La naturaleza y los animales me acompañan", comenta emocionado, mientras su mirada serena y azul evoca una paz envidiable.

A pesar de los peligros de la frondosa selva, este hombre peculiar construyó con sus propias manos una cabaña, con la ayuda de amigos indígenas, de quienes sigue aprendiendo su sabiduría ancestral siempre que puede. En su hogar viven su perrita Selva, y Chito, un cerdito que rescataron juntos, que inicialmente era visto solo como un apetitoso bocado para una raza insensible.

Tal vez acciones como esta nos ayuden a entender su lema: "Go vegan", su eslogan, símbolo, escudo y legado. Para Ivo, la autosuficiencia es fundamental, ya que no puede imaginarse sacrificando a un animal para alimentarse, cuando tiene una despensa llena al alcance de sus manos. Es un hombre que ama y respeta la vida, y su mayor utopía es la libertad de todos los animales.

¿Qué desafíos podría enfrentar alguien cuya vida parece sacada de un cuento? Su existencia es sencilla y, a simple vista, solitaria. No tiene con quién socializar, pero asegura que todo en su entorno le habla. Suele levantarse con el sol a las seis de la mañana, practica yoga, nada un poco, calma su sed con agua de mar, se alimenta de frutas, siembra, cosecha… Es útil.

Actualmente, Ivo imparte una enseñanza sin siquiera darse cuenta. Su vida cotidiana es la mejor lección para nuestra civilización. Su mensaje es simple: de la madre naturaleza obtenemos todo lo necesario para vivir.

Durante el día, sin capa ni espada, Ivo se convierte en un héroe quijotesco, sacando de apuros a quienes llama compañeros: los animales del bosque que se encuentran en peligro. Por la noche, observa las estrellas, sonríe y duerme. ¡Es feliz!